Los manglares del Pacífico mexicano – long version

Mangroves of Pacific Mexico

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Long Version

Mangroves of Pacific Mexico

Mangrove swamps are among the least appreciated areas in Pacific Mexico. They are flat, monotonous looking, bug ridden, reptile infested, and nearly impenetrable. But with a knowledgeable guide and a small boat, one can glide through a maze of waterways deep into the swamps and learn of a whole universe that holds fascinating secrets and exerts an unexpected influence on our daily diet back home.

In Pacific Mexico, mangrove swamps occupy about 800 square miles. What good are they? The list is long. They prevent erosion from storm runoff and protect the coastline from tidal surges. They help cleanse polluted water and trap nutrients from organic matter that is carried to the coast from rivers. This in turn supports bacteria and other organisms that aid in decomposition and soil building. These microscopic creatures become food for billions of worms, barnacles, oysters, and other invertebrates. Wading birds, pelicans and many species of fish and shrimp feed on this group of invertebrates. And guess who eats the fish and shrimp?

Researchers state that “two thirds of the fish populations worldwide depend on mangrove ecosystems” and they call these ecosystems “nurseries for the marine world.” Protecting this fragile ecosystem from the monied interests that practice unsustainable logging, create the pollution and habitat destruction caused by shrimp farming, and build the mega resorts that turn the coast into a biological desert should be a high priority. But unfortunately, people remain mostly unaware of where their seafood comes from.

Thankfully, community activism has increased awareness and progress has been made towards protecting the mangroves. Local governments are realizing that in the long run they are far better served by preserving and promoting this valuable habitat, which is host to over 250 bird species along with crocodiles, iguanas, many bat species, pumas, jaguars, and ocelots, not to mention four species of endangered sea turtle that nest along the coast. All of this lures increasing numbers of natural history and birding aficionados who are eager to visit these areas and pay for tours and lodging and eat locally caught seafood. Visitors who partake of this form of low-key, respectful tourism will experience an amazing, little known world, help local economies, and perhaps even insure a continued supply of their favorite seafood back home.

Los manglares del Pacífico mexicano

Los pantanos de mangle se encuentran entre las regiones menos valoradas del Pacífico mexicano. Son planos, de aspecto monótono, llenos de insectos y reptiles, y casi impenetrables. Pero con un guía experto y un bote pequeño, uno puede deslizarse hacia los pantanos por un laberinto de canales y conocer todo un universo de secretos fascinantes que ejerce una influencia inesperada sobre nuestras dietas en casa.

En el Pacífico mexicano, los manglares ocupan unos 1,300 kilómetros. ¿Para qué sirven? La lista es larga. Impiden la erosión por el exceso de lluvia y protegen la costa de alzas en las mareas. Ayudan a limpiar la contaminación del agua y atrapan nutrientes de la materia orgánica que los ríos llevan hacia las costas. Esto, a su vez, apoya las bacterias y otros organismos que ayudan en la descomposición y en el desarrollo del suelo. Estas criaturas microscópicas se convierten en alimento para miles de millones de lombrices, percebes, ostras y otros invertebrados. Aves vadeadoras, pelícanos y muchas especies de peces y camarones se alimentan de este grupo de invertebrados. Y después, ¿quién se come los peces y camarones?

Los investigadores indican que “dos tercios de las poblaciones de peces del mundo dependen de los ecosistemas de manglares” y llaman a estos ecosistemas “las guarderías del mundo marino”. Debe ser una alta prioridad el proteger este frágil ecosistema de los intereses financieros que practican la tala insostenible, crean la contaminación y destrucción del hábitat causada por la crianza de camarones, y construyen los gigantescos centros turísticos que hacen de las costas desiertos biológicos. Pero desafortunadamente, los consumidores tienen poco conocimiento de la procedencia de los pescados y mariscos que comen.

Por suerte, el activismo comunitario ha aumentado el conocimiento, y se ha progresado hacia la protección de los manglares. Los gobiernos locales están tomando conciencia de que, a la larga, les conviene más preservar y promover este valioso hábitat que alberga más de 250 especies de aves además de cocodrilos, iguanas, muchas especies de murciélagos, pumas, jaguares, y ocelotes, aparte de cuatro especies de tortugas en peligro de extinción que anidan en la costa. Todo esto atrae cifras cada vez mayores de aficionados a las aves y a la historia natural ansiosos de visitar estas áreas. Los visitantes pagan por recorridos y albergues, y comen pescados y mariscos locales. Quienes participan en este tipo de turismo tranquilo y respetuoso penetran en un mundo sorprendente y poco conocido, ayudan a las economías locales, y quizás hasta aseguran el suministro contínuo de sus alimentos preferidos.

Comprensión

  1. ¿Cómo ayudan los manglares a proporcionar alimentos a los seres humanos?
  2. ¿Cuáles son algunas especies de animales que habitan en los manglares?
  3. ¿Cuáles son algunas actividades humanas que ponen en peligro a los manglares?